sábado, 17 de septiembre de 2022

LA INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA

En ocasiones, los alumnos presentan dificultades específicas que precisan una ayuda especializada. Estas dificultades pueden referirse a su desarrollo personal, social o académico. En cualquier caso, dichas necesidades interfieren en el crecimiento integral del niño, en su rendimiento académico y en su bienestar emocional, ocasionando malestar general en el niño y sentimientos de frustración, tristeza o de incapacidad.


Por este motivo, uno de los ámbitos de actuación de los orientadores educativos, es la intervención psicopedagógica. Su principal propósito es ofrecer una ayuda individualizada y personalizada a cada alumno para conocer sus fortalezas y a partir de éstas, superar sus dificultades. Para ello, los orientadores realizan planes de intervención psicopedagógica individuales para cada alumno, trabajando con ellos directamente en coordinación con sus maestros y con los padres, para que así puedan generalizar los aprendizajes adquiridos en las sesiones con el orientador a las demás áreas y experiencias de su vida inmediata.



Sin embargo, en ocasiones los niños no perciben el trabajo con el orientador como algo motivador. Otros, creen que ir al despacho del orientador es algo malo o que simplemente no lo necesitan. Estas percepciones, interfieren en la relación entre el orientador y el alumno, haciendo más difícil la conexión entre ellos, y por extensión, afectando al progreso del alumno.

 En este sentido, pedagogos y psicólogos como Piaget, Vygotsky, Steiner, Montessori, Decroly o Freinet, resaltaron el uso del juego como recurso didáctico y herramienta de aprendizaje, ya que el juego permite al niño disfrutar mientras aprende y por ello, sentirse más motivado hacia las situaciones de aprendizaje, lo cual provocará un máximo rendimiento de las capacidades implicadas en la tarea que esté realizando.



Por este motivo, la orientadora de nuestro colegio utiliza a Mr. Baylor, en las sesiones de intervención psicopedagógica que realiza con nuestros alumnos. De esta forma, los alumnos acuden a dichas sesiones motivados y contentos y aprovechan al máximo las actividades de intervención. Al obtener una mayor implicación de los alumnos en las sesiones de intervención, los niños muestran mejores resultados y de forma más rápida, lo cual a su vez les motiva a seguir trabajando con la orientadora.



Durante el presente curso escolar, la orientadora ha llevado planes individuales de intervención psicopedagógica asistidos por Mr. Baylor para un total 21 alumnos. Las dificultades de estos alumnos fueron varias: impulsividad, pensamiento rumiante, ansiedad ante tareas escolares, comunicación asertiva en situaciones de conflicto o frustración, autocontrol, regulación emocional, mutismo selectivo, juego funcional, juego colectivo, juego imaginario o rigidez cognitiva entre otros ejemplos.





En todos estos casos, la asistencia de Mr. Baylor contribuyó a crear un ambiente lúdico y distendido para favorecer la participación de los alumnos, así como a proporcionar un entorno afectivo que favoreciera la percepción de seguridad y confianza en uno mismo. En otras ocasiones, Mr. Baylor desempeñaba técnicas específicas para ayudar al alumno a relajarse o a autorregular su ansiedad.





La mayoría de los alumnos que trabajaron con Mr. Baylor, superaron sus dificultades y otros progresaron significativamente. Pero los más importante, todos los alumnos percibieron el trabajo con la orientadora como algo positivo, como una oportunidad para aprender estrategias que les hacen mejorar y desarrollarse y como los niños solían decir a la orientadora… “las estrategias que aprendían les hicieron más fuertes”.

 A continuación, os dejamos algunas fotos más y un vídeo donde podéis ver ejemplos de intervenciones asistidas por Mr. Baylor.

















 









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